viernes, 18 de febrero de 2011

Página de un Diario (Entre Dios y Yo)

                  He decidido guardar silencio y pasar desapercibida, porque es la única forma de que se percatan de que estás. Parece una estupidez, pero no lo és, porque te observan y saben que algo te pasa, entonces es cuando empiezan a preguntarte. Pero yo ya, no tengo nada que decir, todo está finiquitado.
                  A veces me pregunto si la persona "nace o se hace", y clarísimamente se "hace". Nadie nace con miedos, complejos, traumas o cualquier cosa que le esté perjudicando en su vida. Nadie nace así para pasarse la vida pidiendo perdón por las cosas que haces o por ser como eres. Ahora ya como adulta, tienes que comerte con patatas todas esas cosas que no son tuyas, currarte tu autoestima para no acabar loca, e intentar recuperar tu inocencia y tu libertad espiritual como cuando eras niño. Es para cagarse, pero es así. Cuando miro en mi interior, sólo veo a una niña pequeña triste y asustada, y qué se supone que tengo que decirla, ¿yo te protejo?. No, mejor decirla, tranquila, que yo te voy a dar el amor que no te dieron los que te lo tenían que dar. Lo único que puedo llegar a comprender, para no hacer responsable a nadie, es que soy "víctima de víctimas".
                Si tuviera a  Dios delante, le diría que no comprendo su forma de actuar para conmigo, que ese amor incondicional que pregona, a mí no me llega, y que me ha dejado sóla en este proceso y me parece muy cruel. "Los caminos del Señor son inexcrutables", y tánto, porque no hay un Dios que los entienda, y más si tienes la brújula estropeada. Para cólmo, se le ocurre una genial idea para trastornar aún más al ser humano, e Sr.Ego. El oscuro lado de la fuerza, la dualidad, el vampiro chupa almas más hijo de puta con el que me he enfrentado jamás. Actúa como un Pepito Grillo, como tu conciencia cordial, astuto, moralista y ético, que no duda en utilizar todo esto contra tí cuando cometes un error. Mentiroso como él sólo, que se mete entre tú y Dios como el tercero en discordia, y el más listo de la clase, que cuando crees que te está dando una tregua, sólo se está regenerando y tomando aliento para entrar a matar en cuanto te descuides un poco. "Sr. Ego, márchese". No puede quedarse, tiene que irse porque jamás habrá un equilibrio entre él y yo, porque simpre habrá lucha, y yo, termino derrotada y sin energía. Soy consciente de que sólo hay una cosa que puede destruirlo, el AMOR, pero mientras Dios siga sin querer hablarme, e ignorándome, lo tengo un poco complicado aunque no imposible, porque mientras él se regenera, yo tambien cobro fuerza, y que sepa, que a pesar de todo, tengo esperanza y muchas ganas de vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario