Erase una vez, un cuento muy bonito llamado "La Constitucion". Habla de la libertad y esas cosas tan bonitas que tanto nos gustan a todos. Cuenta la igualdad para todos los seres humanos, el Derecho que tenemos todos a una vivienda, a un empleo digno y a la educación. Hasta aquí es maravilloso. Lo malo, es que no hemos mirado la letra pequeña, que básicamente viene a decirte, que te dejes robar. Por ejemplo, que para que tengas una vivienda tuya, tienes que estar pagando 30 años, que el empleo que tienes, es digno, pero precario, es decir, que si te descuidas, te regalan una entradita para el paro, que dicho sea de paso, tiene que ser un sitio muy divertido porque hay largas colas y cuesta un huevo entrar. Y que cuando vayas a comprar los libros de tus hijos para ejercer su Derecho a la Educación, te van a dejar en pelotas.
Venga, basta ya. Estos escritores del cuentecito, lo único que han echo, es inventarse esta historia para utilizarla como más les convenga, de tal forma que puedan meter bien la mano y llevárselo todo a la saca.
Bonito el cuento ¿verdad?. Estoy por recomendarles a todos los padres del mundo, que se lo cuenten a sus hijos antes de dormir. ¿Pero sabeis una cosa?, que yo soy una niña muy pequeña y creo en las hadas, a si que, tengo viva la fe, en que esta historia tenga un final feliz.
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